Tipo de fosa: Represión provocada por los republicanos
Fecha: 21/10/1936
Condiciones de acceso: La fosa de El Grado se localiza en el interior de su cementerio.

Un grupo de cuatro personas procedentes de la cercana población de Naval -dos hombres y dos mujeres- fueron asesinadas por un grupo de milicianos republicanos en el desvío que desde la carretera se dirigía hacia el cementerio de El Grado el 21 de octubre de 1936. Se trataba de dos hombres y dos mujeres de origen forastero, que, según pudimos constatar finalmente, eran vecinos de Naval. La fosa que contiene sus restos sigue existiendo hoy en día casi en el centro del cementerio. Señalar que los maridos de las dos mujeres asesinadas también habían sido asesinados poco tiempo antes.

Otras víctimas de la represión ejercida por los republicanos: Un total de 12 vecinos de El Grado murieron a causa de la violencia republicana en 1936. Diez de ellos murieron a causa de sus supuestas posturas derechistas; sus nombres eran Joaquín Serrano Coscojuela, Antonio Pardina Fondevila (sacerdote), Germán Tornil Muzas (sacerdote), Antonio Laguna Bergua, Lucas Vilas Baldellou, Segundo Valdovinos Labrid, José Blanco Español, José Blanco Santaliestra, Alberto Español Valdovinos (seminarista) y José Pérez Latorre. Las otras dos víctimas, que se llamaban Lorenzo Valdovinos Salinas y Joaquín Durán Sarrato, murieron en el curso de un tiroteo entre distintas facciones políticas de la colectividad a raiz de los sucesos del 7 de mayo de 1937. Más tarde se celebró un juicio público al que asistieron numerosos vecinos de El Grado y en el que los acusados por esos hechos fueron condenados a muerte. Más tarde se dijo que habían sido ejecutados en Barbastro.

Otras víctimas de la represión ejercida por los sublevados: Al ser tomada la zona por las fuerzas rebeldes éstas desencadenaron las consabidas represalias contra la población de la zona simpatizante con los republicanos. Algunos de los vecinos de El Grado que serían víctimas de esa violencia serían Ramón Clusa Garcés, Antonio Pallas Pueyo, Antonio Sanmartín Sopena, Julián Chusa Garcés y Julián Molinero Lascorz, ejecutados en Huesca, así como Joaquín Aventín Costa, Constantino Maza Piazuelo y su hermano José Maza Piazuelo, que fueron fusilados en Barbastro.

Otras víctimas de la guerra en la localidad: Al menos dos soldados naturales del pueblo murieron en los frentes. En su momento se dijo que uno de ellos, que se llamaba Martín Labrid, habría sido asesinado por sus propios compañeros tras desvelar sus simpatías por los sublevados.

 

Intervenciones realizadas

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